Tras cumplirse 8 días del sensible fallecimiento de Johan Sequeiros Acero, ayer se llevó a cabo una misa de honras en la capilla nuestra señora de Guadalupe, hasta donde acudieron familiares, amigos y compañeros del joven que murió en la carceleta de la Comisaria de Abancay al parecer por una asfixia provocada por esparadrapo y algodón que apareció en su cavidad bucal.
Tras la salida de la misa, los familiares mencionaron que el dolor persiste en ellos y no descansan por estar detrás de las diligencias que se vienen desarrollando. Aseguraron que llegó un profesional del Cusco para presenciar la necropsia y será quien determine al final toda la verdad sobre este caso.
Así mismo ratificaron que cuando tengan a la mano todas las pericias darán a conocer públicamente, porque se trata de una vida que tenía muchos sueños que cumplir, pero se quedaron cegados en la Comisaria.
Por otro lado, sus compañeros de la facultad de Derecho de la Universidad Tecnológica de los Andes de Apurímac, quienes mencionaron que se sienten muy dolidos e indignados por esta muerte de uno de sus integrantes y esperan que las investigaciones sean imparciales para obtener justicia, caiga quien caiga.