Esta irreparable pérdida trajo consigo muchos recuerdos para la ciudad de Abancay, una de ellas escritas por Hugo Viladegut Bush, que a continuación compartimos:
Hubo un momento en la historia de Abancay que el entusiasmo por las yunzas desaparecían. Un grupo de jóvenes de los 70 decidió fundar el Club Juvenil "El Olivo".
Sonia junto con otros amigos impulsó la idea, ofreció su casa y echó a hacer caminar el proyecto. Cómo es tradición ayudó a conseguir el árbol vestirlo, adornarlo y plantarlo en el Ovalo El Olivo.
En su casa, ensayó el marco musical y se seleccionaron las canciones. Se formaron las comisiones para organizar la entrada, la ronda y la ceremonia del corte de yunza.De ahí para adelante, siguió impulsando al grupo, recordando a cada quien su obligación en el siguiente año.Dedicó su vida a la panificación, la elaboración de muñecas de pan para Todosantos.
Hasta que su salud empezó a decaer. Hoy nos deja con los abrazos que solía darnos y los que guardamos para ella. Quedaremos huérfanos de su amistad y su liderazgo para la solución de los problemas. Sentiremos tu ausencia Sonia. Nadie como tú para reunirnos y alegrarnos.
Veremos tu rostro en las pandepasas, las máscaras de las wawa tantas y en tus exquisitas trenzas con azúcar. Hasta más vernos en la gloria del Señor. Disfruta tu nuevo viaje aunque nos dejes ahogados en la tristeza de no verte.