Una de las consecuencias del primer paro efectuado en diciembre del año pasado, fue el ataque a una infraestructura donde funcionaban las oficinas de diferentes despachos de las fiscalías del Ministerio Público en Andahuaylas.
Como se recuerda, este local de cinco pisos ubicado en el Jr. Juan Francisco Ramos, quedó completamente destrozado en sus puertas y ventanas. Por lo que al ver tal acto de violencia, la propietaria que alquilaba estás oficinas decidió desalojar al personal de esta institución, sin mayor contemplación.
Hecho por el cual, los fiscales y personal administrativo viene laborando en sus domicilios de manera remota y tratando de acomodarse ante esta preocupante situación.
En tanto, se espera que en las próximas horas el Ministerio Público de Apurímac, se pronuncie e informe al respecto, sobre la situación de la sede de Andahuaylas, toda vez que la criminalidad no para en esta provincia y tiene que ser investigada y denunciada como tal.