“Diariamente por falta de agua y pastos frescos por hato mueren entre 3 a 5 alpacas o llamas y también por abortos entre 4 y 5 por día, cifras que reflejan la crítica situación que atravesamos los productores sin haber recibido ningún tipo de ayuda hasta el día de hoy, ni del alcalde distrital, tampoco de la provincial y peor de la región”, aseveró el dirigente.
Durante un recorrido efectuado a la misma zona donde las temperaturas en el día superan los 29° C y las lluvias no llegan como se esperaba (a diferencia de las registradas en otras provincias apurimeñas como Abancay), el 70 % de los manantes y bofedales existentes en sus zonas de pastoreo se han secado, quedando algunas pequeñas lagunas con provisión limitada de agua.
“…en la actualidad estamos viviendo los graves problemas de lo presencia de lluvias, afectando una mortandad del 40 % de animales mayores y crías y un 30 % de abortos, y esto genera un tremendo fracaso de producción para los camelicultores, puesto que es la única fuente de ingresos para cubrir alimentación, techo, educación de los hijos (…) por lo tanto, solicito señor Gobernador que declare a nivel regional el sector de camélidos sudamericanos en estado de emergencia…”, señala el oficio remitido el 4 de noviembre al despacho de Baltazar Lantarón.
Las comunidades alpaqueras afectadas en Totora Oropesa son: Sonccoccocha, Ccasccaña, Quilcata, Ccoyllullo, Itaña, Juntaya, Chicllamarca, Vilcarana, Ampacho, Yumire y Huacullo.
DATO: Según información proporcionada por los mismos criadores la población de alpacas en Totora Oropesa es de 85,000 ejemplares, mientras que llamas es de 15,500. (P.P.D)