El diario Pregón comprobó que en ese tiempo, decenas de chalhuanquinos ofrecen a los pasajeros y conductores las riquísimas comidas, caldo de gallina, refrescos, choclo con queso, incluso hasta tunas fresquitas y panetones para apaciguar el hambre de los viajeros.
Un plato bien servido del popular lomo saltado, estofado de pollo, cau cau de pollo, caldo de gallina de corral, cuesta la suma de 10 soles y otras exquisiteces de la localidad lo encontrarán los ocasionales viajeros a precios cómodos.
No hay mal que no venga por bien. Como diría este refrán de una desgracia durante este tiempo de lluvias y hasta que demoren en reparar esta vía nacional, los comerciantes encontraron un medio de trabajo para aliviar la economía de sus hogares. Así sea.