La falta de avances ha generado profunda preocupación y decepción entre los padres de familia de los estudiantes del COAR, quienes sienten que se han burlado de sus expectativas. “Nos prometieron una infraestructura de primer nivel para nuestros hijos, pero no se ha movido ni una piedra desde ese día”, señalan indignados.
La presidenta Boluarte aseguró en su discurso que su gobierno dejaría obras tangibles en Apurímac. “Vamos a colocar la primera piedra del COAR Apurímac, antes de concluir el gobierno vamos a llegar para inaugurarlo, se puede construir tremendos colegios bicentenario en 6 a 8 meses máximo”, aseveró.
Aquella vez también indicó que se tiene previsto construir el hospital de EsSalud y del Ministerio de Salud en un tiempo récord, “cuando hay voluntad política, las cosas se hacen rápido”, dijo. Hoy, esas palabras solo causan frustración en una población que siente que se jugó con su ilusión.
Muchos se preguntan por qué tanto despliegue, tanta ceremonia y tanto discurso si no existía una verdadera intención de cumplir con lo prometido. La falta de avances en el COAR Apurímac representa un incumplimiento más del Estado. Al respecto, otras instituciones también asumieron compromisos para concretar el proyecto pero también tendrían retrasos.