Con el telar a pedal como herramienta, se preserva una tradición que no solo forma parte de nuestra identidad, sino que también nos conecta con nuestras raíces. Tejer aquí no es solo una labor; es una forma de vida, una fuerza que une familias, comunidades. Cada prenda, refleja nuestras costumbres y nuestros sentimientos.
Este trabajo es también una gran oportunidad para mujeres artesanas, mujeres fuertes y valientes, que con su talento y esfuerzo sostienen a sus hogares, dignificando el arte textil.