El primer reporte llegó desde los sectores de Payancca, Marjuni, Laguani y Chua, en el distrito de Lambrama, provincia de Abancay. En estas comunidades, el descenso brusco de la temperatura arrasó con hectáreas de papa nativa en plena etapa de crecimiento. Algunos agricultores, en un intento por mitigar el impacto, utilizaron rollos de costal para abrigar sus cultivos, pero el esfuerzo resultó insuficiente ante la intensidad de la helada.

Un segundo reporte de daños provino de las localidades de Tintay, Cavira, Rosas Pata y Jotaquite, en el distrito de Kishuara, provincia de Andahuaylas. Aquí, la helada afectó principalmente los sembríos de maíz y papa, dejando a decenas de familias campesinas en situación de vulnerabilidad debido a la pérdida de su principal fuente de sustento.

Ante esta situación, representantes de la Agencia Agraria se trasladaron a las zonas afectadas para realizar la evaluación de daños y el análisis de necesidades, pasos indispensables para coordinar el apoyo inmediato y las acciones de recuperación. Las autoridades locales y comunales acompañaron este proceso, preocupadas por la magnitud del impacto en la producción agrícola.

Asimismo, el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) Apurímac continúa realizando el monitoreo permanente de estas emergencias que golpean la agricultura de la región. Desde la entidad señalaron que se mantienen en alerta ante posibles nuevas heladas y coordinan con las agencias agrarias para articular una respuesta rápida que permita mitigar los efectos sobre las familias afectadas.